Ustedes se preguntarán por qué no volvieron a tener
noticias de Alex Sigilo.
Pues aquí está la razón: el día anterior había
adquirido lo más sofisticado que pudo en equipos de fotografía: una cámara Nikon
D3s y dos lentes Nikkor: un 24-70 y uno 70-200. También se hizo de una Canon
EOS 7D y un par de bolsos apropiados.
Wilfrido había conseguido una filmadora JVC Gc-px100 y
estaban listos para la acción.
Llegaron a las siete de la mañana a la terraza del
edificio donde funcionaba Sherwin y estaban ansiosos por captar lo que ellos
creían iba a ser un espectáculo digno de guardarse para el futuro.
Mariana y Jennifer, habían quedado en la oficina
organizando un bronch que según ellas podía ser divertido si no llegaba a pasar
nada.
Mientras hacían tiempo, se dedicaron a inspeccionar las
cámaras que iban a usar y aprovecharon para sacar algunas fotos desde distancias
diferentes, para probar los lentes adquiridos.
Alex sospechaba que con el equipo que tenía no iba a
sacar muy buenas fotos a la distancia que había hasta las torres. En eso se
hallaban los primos, cuando las dos mujeres subieron con un termo con café.
Eran las 8:42.
A las 8:46 un avión de American Airlines, se estrella
contra la Torre Norte del WTC.
Tras casi dos horas de preparación, el par de fotógrafos
profesionales, no pudo sacar una foto de un avión comercial estrellándose
contra las Torres Gemelas, por estar tomando una taza de café.
Después de hacer unos disparos desesperados para tomar el
avión incrustado en lo alto de la torre, los primos salieron corriendo con
rumbo a, la escena del suceso y nadie los volvió a ver sino a la noche en casa
de Wilfrido, cuando llegaron arrastrando los pies, cubiertos de polvo y con una
mirada de pavor en sus desorbitados ojos.
Luego de asearse convenientemente, procedieron a saciar
un hambre insostenible mientras compartían con las mujeres lo que habían
conseguido en su aventura fotográfica.
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