martes, 31 de marzo de 2015

LAS TORRES GEMELAS 19


CAPITULO 19

Jueves 16 de Agosto de 2001

Al llegar al Edifico 7 del WTC, Alex tuvo problemas para ingresar como de costumbre, pues no llevaba el uniforme del FBI y sin él, nadie le reconocía.

Tratando de disculparse por el inconveniente, Stan Lee, que era quien había solucionado el problema lo invitó a desayunar.

Alex se excusó aduciendo que lo había hecho en el hotel, pero Stan insistió y logró convencerlo usando el argumento de un restaurant en el último piso de la Torre Norte desde donde se podía apreciar gran parte de Nueva York.

Lo cierto es que cuando se dio cuenta estaba dentro de un ascensor atestado de gente, que lo llevaría al Windows of the World, ubicado en el piso 107, en ese momento el restaurante más alto de Nueva York.

Su capacidad estaba casi copada por ejecutivos en desayunos de trabajo, una moda extendida en muchos centros de negocios del mundo, que les permite compartir un desayuno mientras cierran negocios de todo tipo.

La fama de Stan les consiguió una mesa ubicada cerca de una de las ventanas y la suerte de Alex, les brindó un mesero ecuatoriano.

Se llamaba Segundo Paute, vivía en Nueva York desde hace once años y trabajaba en el restaurante desde 1998.

La presencia de Segundo tranquilizó el ánimo de Alex y la posibilidad de hablar con alguien que tuviera alguna relación terrena con él lo entusiasmó. Era como si hubiera conocido a Segundo de toda la vida. Su colaboración también ayudó a conocer detalles de los clientes del restaurante, entre los que se encontraba Larry Silverstein, que se hallaba desayunando en una mesa cercana, con arrendatarios de oficinas de las Torres que él manejaba.

Silverstein acostumbraba desayunar en el Windows of the World, todos los días laborables. 

De lo que recordaba Segundo, no ha faltado un solo día a los desayunos, inclusive muchas veces había pasado allí días enteros.

Había conseguido el contrato del World Trade Center el 24 de Julio de 2001 por un valor de 3.200 millones dólares y 99 años de plazo, después de poner 14 millones su propio dinero para asegurar el contrato. Pero este le daba el derecho de reconstruir el complejo en caso de que fuera destruido.

En las cláusulas de los contratos con las compañías aseguradoras, él había insistido en el detalle de incluir una prima adicional en el caso de un atentado terrorista, prima calculada no en función de los daños, sino en base a la cantidad de ataques.

Estos contratos se habían firmado la semana pasada, estaban calientes todavía y eran la comidilla del mundo financiero. Todas las compañías de seguros estaban tras esos contratos y las que firmaron con esas cláusulas estaban convencidas de que no existían riesgos y que en poco tiempo renegociarían.

Larry Silverstein, era conocido en Nueva York, no solamente por su enorme fortuna, sino porque había sido el tesorero de la campaña política de Benjamín Netanyahu en su carrera para Primer Ministro de Israel en 1996.

Las relaciones con Netanyahu iban más allá de las meramente políticas.

Toda esta información la tenían recopilada en la oficina cuando llegaron y fue sujeto a un largo análisis, donde inclusive Stan Lee tuvo que reconocer que había detalles extraños en el comportamiento financiero de Silverstein con relación al World Trade Center.

Esta conclusión fue el resultado final de un debate político-económico, porque las otras propiedades de Silverstein no tenían problemas semejantes y no ameritaban duda alguna.

Ese día, todos terminaron con el convencimiento de que tenían dos espadas de Damocles sobre sus cabezas y que esas espadas tenían la imagen de las Torres Gemelas.

TITÍ DEL YASUNI Óleo sobre lienzo


Luis Ponce Sevilla


IGUANA Óleo sobre lienzo



ECUADOR Gente


ECUADOR Paisajes


lunes, 30 de marzo de 2015

EL CASO DEL FABRICANTE DE INSTRUMENTOS DE CUERDA



La escena se desarrolla en el despacho del capitán Luna, de la Policía Metropolitana.

—Mi capitán, le traigo el informe del asesinato del fabricante de instrumentos de cuerda.

—Pase teniente, puede tomar asiento.

En el fondo se escucha una radio donde trasmiten un show de Les Luthiers (no creo que el capitán sepa quiénes son Les Luthiers, pudo haber sintonizado por equivocación, o la señora de la limpieza cambió la estación favorita del capitán, aquella de los saludos radiales, a una que le gustaba más):

Hola buenas tardes queridos oyentes, aquí comienza otro programa de Radio Tertulia. Cómo le va Ramírez.

— Bien mi capitán, perdón, el caso está complicado mi capitán, porque toca un tema……

Muy bien Murena, dispuestos a ocuparnos de todos los temas, siempre conectados con la actualidad a través de nuestro móvil.

— No se preocupe teniente y remítase a lo investigado.

Radio Tertulia, nuestra opinión y la Tulia, son las diecisiete horas treinta minutos en todo el territorio nacional, vamos a comenzar nuestro programa con un tema que ya tratamos en la audición anterior: genética y reproducción asistida: ya habíamos visto que hay muchas parejas que no pueden tener hijos por diversos motivos.

—Tenemos dos sospechosos mi capitán, pero se contradicen en sus declaraciones, son dos hermanos que pudieron tener diferentes motivos.

Si, uno de los más frecuentes es porque no se conocen.

—El uno admite que estuvo en el lugar de los hechos, pero el otro dice que no estuvo con su hermano, ni con el occiso.

O que si se conocen, pero tienen problemas de comunicación.

—La esposa del fallecido no quiere dar declaraciones.

Si porque hay matrimonios que se llevan mal.

—Suponemos por las pesquisas que hemos realizado, que ella podría estar involucrada.

Qué triste es eso, yo por suerte con mi mujer, ni un si ni un no, todo son sjgtrtrrhysgjig

—Investiguen bien, porque hay matrimonios que tienen problemas y ahí surgen estas desgracias.

Ah no, nosotros todo lo contrario,… hace tres años ya, no nos dirigimos la palabra.

—Pídale al Fiscal que solicite al Juez, dictar una orden de prisión preventiva contra la señora.

Eso es lo mejor.

—Pero cuando la detengan, que la pongan en una celda diferente a la de los dos sospechosos.

Es lo mejor porque de esa manera se evitan roces.

—Que la lleven al retén femenino.

Es más higiénico.

— ¿Qué más teniente?

Bueno, pasemos a los mensajes de los oyentes, Juan de Villa Urquiza, llamó, se manifestó muy interesado por lo que hablamos de fecundación in vitro, dice Juan:       — ¿Cómo es exactamente el tema de la probeta? Porque yo lo he intentado y me resultó incómodo.

—Me siento incó… perdón mi capitán, es lo que hemos investigado hasta el momento.

Ernestina de Córdova pregunta: ¿qué sucede cuando el diagnóstico es de obstrucción de trompas?: —Bueno Ernestina, según los especialistas, cuando hay obstrucción de trompas es obvio que el elefante tiene dificultades para respirar.

—Bueno, teniente, que se tomen un respiro…. un descanso y continúen mañana.

Más mensajes: Nacho de Recoleta, se interesó mucho por el tema de la fecundación asistida y pregunta cómo hay que hacer para asistir a una.

—Gracias mi capitán, asistiremos mañana.
—Permiso me retiro mi capitán.
—Siga teniente.

Radio Tertulia, nuestra opinión y la Tulia.

LAS TORRES GEMELAS 18





CAPITULO 18

Cuando llegó a Hotel la noche del 14 de Agosto, Alex lucía desolado.

No tenía en quien confiar, Johnson se limitaba a traducirle lo que no lograba comprender en inglés. Stan Lee, tenía una postura pro israelita, todos los que trabajaban en la oficina estaban seguros que se estaba tramando un auto-atentado y él, cada día tenía más olor a chivo. A chivo expiatorio.

Decidió que a partir de mañana no usaría el uniforme del FBI que lo hacía fácil de identificar y en muchos casos objeto de burla. Que buscaría la manera de comunicarse con alguien de afuera para buscar algún resquicio de protección.

Sabía que fácilmente podrían deshacerse de él, la CIA, el FBI, el Mossad o Al-Qaeda.

Para poder dormir se tomó todo el mini bar de la habitación.

A la mañana siguiente miércoles 15 de Agosto, en la oficina había un notorio nerviosismo. Se había conseguido copiar una alerta que circulaba en cierto círculo pro semita, que el escenario de lo que se estaba tramando era precisamente la parte sur de Manhattan. Todo hacía presumir que el ataque sería contra las Torres Gemelas.

Se preparaba un simulacro para Septiembre de un ataque terrorista, lo que aumentaba la tensión en la oficina. Ese día se había efectuado una evacuación sorpresiva en las dos torres y ellos podían mirar desde la ventana de su oficina, como la plaza central del complejo se iba llenando de gente.

Si pensamos que diariamente ingresaban a las torres entre empleados y turistas unas 100.000 personas, ya se pueden imaginar lo que era el espectáculo de toda esa gente en la plaza.

Todo el tiempo desde que empezaron a trabajar, tenían ante ellos un cartel que Alex había mandado a hacer sobre el aviso que el 28 de Junio había hecho William Cooper. En una trasmisión radial en onda corta dijo: “que Estados Unidos tiene que prepararse para un estremecedor ataque del cual sería culpado Osama Ben Laden, pero que en realidad sería orquestado por el propio gobierno”.

Parecía que los tiempos estaban cercanos.

De acuerdo con información que disponían, en una conferencia dictada en Marzo en la Academia de la Fuerza Aérea, Bruce Hoffman, un profesor experto en antiterrorismo, que fue asesor de la CIA,  dirigiéndose a Oficiales Superiores de la Fuerza Aérea, dijo: “tratamos de preparar nuestras armas contra Al-Qaeda. Piensen en un momento lo que fue el atentado dinamitero contra el World Trade en 1993.
…Ahora, dense cuenta que es posible derribar la torre norte contra la torre sur”.

Estas expresiones no hacen sino anticipar los acontecimientos del 11 de septiembre, Hoffman demuestra que posee una capacidad premonitora o como pensaba un grupo de agentes del FBI sus propósitos lo traicionan, haciendo pensar una posible participación suya en la planificación de tales acciones.

A última hora del día llegó un informe de movimientos inusitados en la Bolsa de Valores de Nueva York, con caídas extrañas sobretodo en acciones de las compañías aéreas norteamericanas.

Alex terminó el día preocupado por los rumores, los movimientos no acostumbrados de gente en la zona y por las variaciones bursátiles, que aunque no eran su fuerte, sabía que no eran gratuitas.

Había decidido esperar hasta el fin de semana para comunicarse con Jennifer, aunque no estaba seguro de poder contarle sus preocupaciones.