CAPITULO 17
Cuando
llegó a su oficina ese 14 de Agosto, tenía un millón de temas que le daban
vuelta en la cabeza.
Al instalar la sesión de esa mañana, Alex ya no estaba muy
seguro de cuál iba a ser su papel en esta historia, es más, estaba preocupado
por su seguridad personal.
Haciendo un balance, nadie sabía que estaba en Nueva York
trabajando para el FBI. Su primo creía que había viajado de regreso a Ecuador.
En su país no había nadie que lo extrañe, cuando salió de Ecuador solamente
indicó que viajaba a los Estados Unidos invitado por un primo suyo. Tenía
vacaciones acumuladas de algunos años, por lo que podía quedarse un par de
meses.
No había vuelto a tener una comunicación con sus jefes en
Quito, pero como no estaba en misión oficial, nadie se iba a preocupar por él.
Es más, en ciertas ocasiones que le encargaban trabajos importantes, dejaba de
ir a su oficina por mucho tiempo y solamente informaba a sus jefes por canales
secretos que le estaban permitidos.
Con todo eso en su cabeza, se sentó para seguir analizando la
información con la que contaban:
En marzo de 2001, el National
Counter Intelligence Center (NCIC) publicó este mensaje en su sitio
web: «Durante las últimas seis
semanas, empleados de las oficinas federales ubicadas en diferentes lugares de
los Estados Unidos han informado acerca de actividades sospechosas relacionadas
con individuos que se presentan como siendo estudiantes extranjeros vendiendo o
encargados de entregar obras de arte». El NCIC indica que estas personas
son ciudadanos de Israel, «también
se han presentado a los domicilios privados de los funcionarios federales con
el pretexto de vender objetos de arte».
Luego, más tarde, en el verano, la Drug Enforcement Agency (DEA)
(la Agencia de Control de Drogas en EEUU), después de haber estado bajo el
acoso y hostigamiento de un gran número de incidentes de este tipo, elaboró un
informe que nos dice que 140 israelíes [espías] han sido detenidos [en los
EEUU] desde marzo de 2001. Sus edades son entre los 20 y 30 años, estos
[espías] están organizados en equipos de 4 a 8 miembros, estos agentes
visitaron por lo menos«36 dependencias
sensibles del Departamento de Defensa». Muchos de ellos fueron
identificados como miembros del Mosad y del Aman(la inteligencia militar israelí), y
seis de [los espías] tenían en su posesión teléfonos celulares que habían sido
comprados [pagados] por un ex-vice cónsul israelí trabajando en los EEUU. El
informe de la DEA llegó a la conclusión que «el comportamiento y conducta de estos individuos [...] nos lleva a pensar
que sus acciones tienen que ver con una tarea de recopilación de datos o de
información de inteligencia». Pero la naturaleza exacta de dicha
información recopilada se desconoce.
Puede ser también que su espionaje
exhibido haya sido solamente una especie de cobertura —una apariencia
deliberada para disimular algo más profundo—, de estos supuestos estudiantes
israelíes de bellas artes, varios de ellos han recibido una instrucción militar
en demolición controlada, experto en artefactos y explosivos, ingeniero en
combate electrónico, experto en desactivación de bombas, operador de radio de
intercepción, activación de señales electrónicas, según las conclusiones de la
DEA.
-Creemos que una empresa de mudanzas llamada
Urban Moving System de propiedad de Dominik Otto Suter, israelita, podría ser
una pantalla del Mosad, el Servicio Secreto Israelí. Urban Moving System, a
pesar de ser una compañía privada de origen extranjero, recibió un préstamo federal
por 498.750 dólares, como lo demuestran los registros del fisco estadounidense.
La investigación iba tomando otro sentido, la
postura permanente de Stan Lee, era la de negar cualquier relación de los
Servicios Secretos Israelitas con futuros hechos terroristas, pero Alex Sigilo
veía que cada día que pasaba, su situación personal se volvía más peligrosa.
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