CAPITULO 18
Cuando llegó a Hotel la noche del 14 de Agosto, Alex lucía
desolado.
No tenía en quien confiar, Johnson se limitaba a traducirle
lo que no lograba comprender en inglés. Stan Lee, tenía una postura pro
israelita, todos los que trabajaban en la oficina estaban seguros que se estaba
tramando un auto-atentado y él, cada día tenía más olor a chivo. A chivo
expiatorio.
Decidió que a partir de mañana no usaría el uniforme del FBI
que lo hacía fácil de identificar y en muchos casos objeto de burla. Que
buscaría la manera de comunicarse con alguien de afuera para buscar algún
resquicio de protección.
Sabía que fácilmente podrían deshacerse de él, la CIA, el
FBI, el Mossad o Al-Qaeda.
Para poder dormir se tomó todo el mini bar de la habitación.
A la mañana siguiente miércoles 15 de Agosto, en la oficina
había un notorio nerviosismo. Se había conseguido copiar una alerta que
circulaba en cierto círculo pro semita, que el escenario de lo que se estaba
tramando era precisamente la parte sur de Manhattan. Todo hacía presumir que el
ataque sería contra las Torres Gemelas.
Se preparaba un simulacro para Septiembre de un ataque terrorista, lo
que aumentaba la tensión en la oficina. Ese día se había efectuado una
evacuación sorpresiva en las dos torres y ellos podían mirar desde la ventana
de su oficina, como la plaza central del complejo se iba llenando de gente.
Si pensamos que diariamente ingresaban a las torres entre empleados y
turistas unas 100.000 personas, ya se pueden imaginar lo que era el espectáculo
de toda esa gente en la plaza.
Todo el tiempo desde que empezaron a trabajar, tenían ante ellos un
cartel que Alex había mandado a hacer sobre el aviso que el 28 de Junio había
hecho William Cooper. En una trasmisión radial en onda corta dijo: “que Estados
Unidos tiene que prepararse para un estremecedor ataque del cual sería culpado
Osama Ben Laden, pero que en realidad sería orquestado por el propio gobierno”.
Parecía que los tiempos estaban cercanos.
De acuerdo con información que disponían, en una conferencia dictada en
Marzo en la Academia de la Fuerza Aérea, Bruce Hoffman, un profesor experto en
antiterrorismo, que fue asesor de la CIA,
dirigiéndose a Oficiales Superiores de la Fuerza Aérea, dijo: “tratamos
de preparar nuestras armas contra Al-Qaeda. Piensen en un momento lo que fue el
atentado dinamitero contra el World Trade en 1993.
…Ahora, dense cuenta que es posible derribar la torre norte contra la
torre sur”.
Estas expresiones no hacen sino anticipar los
acontecimientos del 11 de septiembre, Hoffman demuestra que posee una capacidad
premonitora o como pensaba un grupo de agentes del FBI sus propósitos lo
traicionan, haciendo pensar una posible participación suya en la
planificación de tales acciones.
A última hora del día llegó un informe de
movimientos inusitados en la Bolsa de Valores de Nueva York, con caídas
extrañas sobretodo en acciones de las compañías aéreas norteamericanas.
Alex terminó el día preocupado por los rumores, los
movimientos no acostumbrados de gente en la zona y por las variaciones
bursátiles, que aunque no eran su fuerte, sabía que no eran gratuitas.
Había decidido esperar hasta el fin de semana para
comunicarse con Jennifer, aunque no estaba seguro de poder contarle sus
preocupaciones.
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