CAPITULO
20
Viernes 17 de Agosto
Lo que había empezado como una aventura de película, se iba
convirtiendo en un túnel sin salida. ¿Cómo explicarse ahora la verdadera razón
por la que le habían llamado?
¿Quiénes estaban atrás de todo esto? No del auto atentado
porque eso en cualquier momento lo iban a descubrir, pero, ¿Quién estaba atrás
de su presencia ahora en Nueva York?
¿Su primo sabía que el FBI lo iba a utilizar cuando llegue y
por eso lo llamó?
¿Habrían chantajeado a su primo?
Y él, ¿Fue tan ingenuo como para caer de esa manera en una
trampa prefabricada?
Mientras desayunaba en el hotel, solo, ignorado, inapetente,
comprobó que no tenía respuesta para nada. Se había dejado engañar de la manera
más ingenua. Pero, si así fuera, no entendía el papel que estaba jugando en
esta trama.
Con el último sorbo del café tomó la decisión del día: si lo
estaban usando, si su vida corría un serio peligro, si ésta iba a ser la última
aventura de su vida, pues, la disfrutaría.
No trabajaría el fin semana, buscaría a Jennifer y se
gastaría todo el dinero que pudiera a cargo de las tarjetas de crédito. No le
iban a ver otra vez la cara de pendejo.
Llegó a la oficina optimista y decidió que nada de lo que se
entere en ese día lo iba a afectar.
Se instaló la sesión de trabajo, solicitando un seguimiento
permanente de los movimientos financieros de Silverstein, que era el primer
sospechoso.
Tenían datos sobre la compañía que estaba a cargo de la
Seguridad del World Trade Center: Securacom, donde Marvin Bush había sido director hasta el año
2000, pero a la fecha ya no consta en la lista de directores y tampoco parece
cierta la posibilidad de que Wirt Walker III posible director de Stratesec
(antes Securacom), tenga un parentesco cercano con George Bush.
Hasta ahí no había posibilidad de implicar a
Bush, en esta trama.
Pero habían otros elementos que aportaban
información sobre movimientos relacionados con el Servicio Secreto Israelí: Ehud Barak, ex jefe de la
inteligencia militar israelí (Sayeret Matkal) y que fue Primer Ministro de
Israel entre julio de 1999 y marzo de 2001, se había trasladado en Abril a los
Estados Unidos como consultor de Electronic Data Systems y para SCP Partners,
una empresa pantalla [cobertura] del Mosad.
Por otro lado, Michael
Chertoff, un ciudadano
israelí-estadounidense, hijo de un rabino ortodoxo y de Livia Chertoff, una
fundadora del Mosad, había sido nombrado director de la División Criminal del Departamento de
Justicia [de EEUU].
Ese día Johnson le comunicó haber
recibido una llamada de Pickard informando que en la Comisión Judicial del
Senado, estaba próximo el nombramiento de Robert Muller como Director General
del FBI, lo que implicaba que había que apurarse con las investigaciones,
porque al posesionarse Muller, todos los fondos de que disponía Pickard, se
perderían y el trabajo que estaban haciendo en SIGILO, debería suspenderse.
Esa información si lo afectó. Es
más, reforzó la decisión que había tomado esa mañana en el desayuno.
A Johnson se le escapó, y comentó
con Alex, el pedido de Pickard de vigilar a John P. O´Neill, quien había tenido
serias divergencias con Pickard en el FBI, lo que le había costado el puesto.
O´Neill estaba trabajando ahora en
el WTC como Jefe de Seguridad.
Para Alex Sigilo, había terminado
una semana con serias sospechas que recaían sobre el Servicio Secreto Israelí.
No lo comentó con nadie, como tampoco lo hizo con su decisión de no trabajar el
fin de semana.
Al llegar al hotel, llamó a
Jennifer.
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